Cuando eres joven o empiezas tu vida sexual, cuando tienes planes o en otros casos no sabes que harás de tu vida esperas la llegada de la señora de rojo con ansias, ese nunca fue mi caso, la verdad que cada mes era un sufrir y lo menos que quería era que llegara y no porque desde muy chica planeara ser madre, sino porque cada mes era peor, los dolores mas fuertes, los achaques y demás malestares que no me dejaban hacer mi vida diaria, faltaba a clases, solo quería dormir, me planchaba la barriga, tomaba té hasta mas no poder, todo lo intentaba hasta que después de unas 8 horas el dolor y malestares cedían y lograba sentirme un poco mejor.
Fui creciendo y los malestares fueron menos, gracias a los analgésicos poderosos lograba quitarme el dolor, descansar y al día siguiente estaba como nueva, hoy puedo decir que mis reglas ya no son tan horribles, pero no por eso la acepto y le doy la bienvenida. Ahora menos que nunca deseo que no llegue, que desaparezca por 9 meses, no ha sido posible y para ser sincera no creo que lo sea. Tantas pastillas, tantas inyecciones, tantos remedios no han servido de mucho, no sirve de nada llorar, soñar, tener la ilusión, porque todo eso no te va a dar lo que tanto deseas.
Hoy llegaste la señora roja y no, no eres bienvenida, ni hoy ni nunca, porque cuando tu llegas se va una ilusión, un mes de intentos, un mes de sueños. Tal vez deba dejar de soñar, de ilusionarme y de esperar...